9.-
EL HURACÁN DE LOS PEDERASTAS.
Explícito y vulgar. Acogollando
los cuerpos de las niñas del Katrina
se anotan pederastas en el bando
de los viejos que corren la cortina.
Penetran en los claustros reculando
apetitos con ávida sordina,
y mientras se la rascan eructando,
desvirgan a un infante en la cocina.
Les pagan las mamadas una pasta,
-virginal oro en manos delictuosas-.
Las babas de los hombres quiebran sueños
de pequeños que nunca dirán basta,
porque cotizan sus vidas luctuosas
descarnándose el culo ante sus dueños.
EL HURACÁN DE LOS PEDERASTAS.
Explícito y vulgar. Acogollando
los cuerpos de las niñas del Katrina
se anotan pederastas en el bando
de los viejos que corren la cortina.
Penetran en los claustros reculando
apetitos con ávida sordina,
y mientras se la rascan eructando,
desvirgan a un infante en la cocina.
Les pagan las mamadas una pasta,
-virginal oro en manos delictuosas-.
Las babas de los hombres quiebran sueños
de pequeños que nunca dirán basta,
porque cotizan sus vidas luctuosas
descarnándose el culo ante sus dueños.