sábado, 20 de octubre de 2007

20. Seis minutos

20.-

SEIS MINUTOS.


Después de seis minutos de chupada
como si el tiempo fuese lo de menos,
el pene erecto perforó en los senos,
el lánguido placer de su morada.


La espada puntiaguda y arrobada
buscaba en otro cielo los ajenos
sudores, y los gritos más obscenos
gimieron ante el arma descargada.


Y a poco de volver a dar un sorbo
de la bota de vinos y salivas
se abrió como amapola la vagina

y atracó su ninfómana rutina
acogiendo en furor las siempre vivas
esencias del avaricioso morbo.

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